Cada año, el día 1 de agosto se celebra la festividad pagana del Lammas. Es considerado una fiesta tradicional de la cosecha, cuyo origen se establece en la cultura Celta. Este acontecimiento también es conocido como Lugnasad, el cual se celebra el mismo día en los países anglosajones y en las religiones de revival celta y neopagano como el wicca. En la época medieval esta festividad era conocida como “Gule of August”, pero hasta ahora el significado de gule es totalmente desconocido para muchos. Es importante señalar que las palabras Lammas proviene la antigua expresión inglesa hlaf-Maesse, que se traduce como “masa de pan”. Cuando todo esto se originó, cada 01 de agosto las reuniones y las ferias eran cosas frecuentes.
Lammas
y Lugnasad
son celebraciones que se llevan a cabo en áreas distintas pero que guardan
una estrecha relación. Esta festividad es considerada como una de las más
importantes en el calendario medieval irlandés entre los que se encuentra la
festividad de Imbolc que se lleva
acabo a comienzo de febrero, Baltane
el primero de mayo y Samahain en
octubre. Como sabemos el calendario celta estaba basado en los ciclos de la
Luna, el Sol y la vegetación, por lo que las fechas del calendario actual son realmente
variables. El Lugnasad, marca
el comienzo de la época de cosechas, la maduración de las primeras frutas
y fue tradicionalmente un tiempo de reunión de la comunidad, ferias, carreras
de caballos, y reuniones con familiares y amistades distantes.
Para el caso de los irlandeses,
este es el período de los famosos handfastings,
es decir, para las bodas – matrimonios, de pruebas que solían durar alrededor
de un año y un día, con la opción de finalizar el contrato antes del nuevo año
o formalizarlo de manera permanente. Era una festividad única que nos incitaba
a sincerarnos y a mostrarnos tal cual éramos. Según cuenta la historia el Lugnasad fue iniciado por el Dios Lugh,
como una fiesta funeraria y juegos en donde se conmemoraba a su madre adoptiva,
Tailtiu quien murió de agotamiento después de despejar las llanuras irlandesas
para la agricultura. Se dice que esta festividad nos motiva a establecer
declaraciones de paz y amor. Es el momento ideal en donde las fuerzas
de la energía por el sacrificio y el amor empiezan a dar sus frutos para
hacernos cada vez más fuertes y llenos de energía única y renovadora.
Esta festividad, nos invita a que
comencemos a cosechar lo que hemos sembrado a lo largo de los últimos meses y
nos recuerda que pronto, los días de verano llegarán a su fin. Por otra parte, la
emoción, el deseo y la magia se conjugan en una cosmovisión única en
donde debemos poner toda nuestra energía para renovar todo lo que hemos estado
dejando a un lado, ya que de lo contrario podríamos terminar en serios aprietos.
El mundo natural empieza a crecer a nuestro alrededor, como un recordatorio
único de que todo morirá pronto. El deseo y la pasión, el sentimiento
consciente de que todo morirá pronto reposa en un lado de nuestro corazón y nos
lleva a ver las oportunidades como la gran salida que necesitamos para cambiar
y mejorar lo que tenemos.
Es un momento en donde lo
esencial se convierte en algo tan esporádico que nos recuerda que somos simples
viajeros en esta vida. Por eso, esta festividad nos invita a celebrar la vida, el
amor, el nacimiento, el placer y los alimentos, así que celebremos este
día regalando una fruta, un pan, dando bendiciones ya que todo esto terminará
por representar las abundancias que poseemos y que iremos alcanzando
diariamente. Son muestras de agradecimiento que nos recuerdas que las
habilidades, las capacidades y los logros se pueden alcanzar con un poco de
paciencia, amor y una dosis de seguridad. Estamos ante un momento en donde nos
debemos dar cuenta qué ha sido lo mejor que hemos cosechado y lo qué dejaremos
al mundo.
Cabe destacar que dicha
festividad celta se relaciona con el día de la Pachamama o Día de la gran Madre
Tierra, el cual se celebra el 1 de agosto todos los años. La Madre Tierra era considerada
la diosa de la fertilidad y de la tierra y gran parte de nuestra existencia se
la debemos a ella. Durante la
celebración de se realizan diferentes actos, rituales en los que se agasaja a
la Gran Madre Tierra para conseguir tener una buena salud. Durante todo el año
los agricultores se ven expuestos a todos los efectos causados por terremotos,
huracanes, heladas, incendios. Este día tanto los agricultores y ganaderos
piden para que estas circunstancias no les provoquen verdaderas pérdidas
económicas. Esta veneración a la Tierra es considerada como una de las más
antiguas existentes actualmente.
El objetivo de esta fiesta es
entregarle a la Tierra todo lo que cada uno de los habitantes no quiere que le
falte a su familia. Por ello es muy corriente la construcción de un pozo en el
que van introduciendo en una olla alimentos que le quieren ofrecer a la Madre
Tierra, a su vez estos alimentos son los que no quieren que les falten a ellos.
Es como un regalo que le hacen a la Tierra y que con ello le ruegan que todos
los años puedan llevárselo porque eso sería una señal de que los campos
y cultivos se han cosechado muy bien ese año. Una vez que la comida ha sido
introducida se cierra el pozo y se da de fumar a la Tierra.
Con todas estas actividades
pretenden conseguir una buena cosecha para el año siguiente, porque si tienen
contenta a la Madre Tierra, ésta les devolverá la gratitud en forma de
alimentos para los ciudadanos. Por ello son realizadas éstas y otras actividades
en todos aquellos pueblos y ciudades que forman parte de la Cordillera de los
Andes.
Oración a la Madre
Tierra
Bendita
Madre Tierra,
Creadora
de las cosas que poseen aliento y corazón,
Hoy
aquí y ahora te honro,
Te
siento en el palpitar de mi corazón,
En
la fuerza de mi matriz, de hija de la tierra.
Tantos
nombres te han llamado,
Desde
las edades más antiguas,
Muchos
te han venerado y honrado
Y
muchos otros te olvidaron.
Perdona
a mi especie humana,
Por
tanto dolor infligido,
Siento
el picor de tu piel,
Siento
como se ahogan tus aguas,
Como
te saquean tus entrañas
Y
tu piel se mancha de sangre
De
tus hijos animales y humanos.
Perdona
la ofensa,
Danos
más conciencia,
Compasión
e inocencia.
Tú
que sigues alimentándonos
Dándonos
cobijo
Y
enseñándonos con amor.
Hoy
aquí reconozco que soy parte de ti
Como
tú lo eres de mí.
Que
no puedo poseer lo que soy
Que
solo puede pertenecer
A
aquello que forma parte de mi esencia.
Hoy
y todos los días de mi existencia
Te
bendigo hermosa madre tierra,
Bendigo
tu fuerza, tu amor y dulzura
Bendigo
tu espíritu y tu materia
Así
como a todos tus hijos.
En
el nombre de la Luz Y el Amor.
¡Feliz Lammas!
EDUARDO LUZ
Tarotista, Astrólogo
y Vidente
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cartasegipcias
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