Nombre
Original: Shamuel
Día
en su honor: Martes
Día
de su celebración: Sin Registros.
Colores:
Rosado - Naranja
Propicia:
Protección contra celos y envidias. Ayuda a vencer viejos rencores. Protege a
los enamorados. Atrae riquezas espirituales.
Velas:
Blanca para protección. Rosa para el amor.
Chakra:
Cuarto. Anajata Chakra o Chakra del
Corazón, Yo Soy: color Verde. Rige desde el centro del pecho hacia los 3
chakras superiores quilibrando el amor, armonía, unidad y paz.
Chamuel es uno de los siete
grandes arcángeles o “príncipes del cielo”,
él es el arcángel del Amor y se encarga de proteger los vínculos afectivos y de
promover el amor incondicional hacia los demás, así como también la devoción,
la gratitud y el amor hacia Dios. Chamuel representa la belleza que se logra
mediante la consecución y expresión de la pureza del amor. Se cree que él es el
más dulce y cariñoso de los arcángeles, que su presencia se manifiesta como las
famosas “mariposas en el estómago” o como una especie de irradiación energética
en el corazón; y, también, se dice que éste arcángel brinda su apoyo a las
personas que sufren de desamor y soledad. Por el papel que se le otorga,
Chamuel es el arcángel asociado al planeta Venus.
Su nombre significa “El que ve a Dios”, “El que busca a Dios”, o “Auxilio
y fuerza de Dios”. Pese a eso, hay muchos nombres asociados a éste
arcángel: Camael, Camiel, Camiul, Cancel,
Jahoel, Kemuel, Seraphiel, Shemuel, Samuel, Haniel, Anael. En cuanto al
significado más difundido de su nombre, que es el de “El que ve a Dios”, tiene éste la siguiente explicación mística:
Jesucristo dijo “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a
Dios” (Mateo 5:8); ahora, el apóstol Juan dijo que “Dios es amor; y el que
permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él” (1Juan 4:16); así, siendo
Chamuel el arcángel que personaliza al amor, es evidente que su corazón está
lleno de amor, y sobre todo de amor a Dios, dejando así de lado el amor al
mundo y todo lo que se contrapone al amor a Dios, así como también dejando de
lado al odio y todas aquellas cosas que se oponen al amor, ya que de lo
contrario no podría ser el arcángel que personaliza al mor: entonces, en
resumidas cuentas, acontece que Chamuel, por estar lleno de amor, está lleno de
la presencia de Dios y puede verlo tanto en su interior, en tanto que está
lleno de su presencia, como en su exterior, en cuanto que está libre de aquello
que le impediría verlo, puesto que aquello que le impediría verlo es, en
esencia, aquello que se opone al amor.
En cuanto a su rango entre los
coros angélicos, pese a ser conocido como un “arcángel”, muchas fuentes lo
colocan como el “Príncipe de las
Potencias”. Por otra parte, se sabe que Chamuel es el director de todos los
ángeles de la llama rosa, ángeles que combaten las fuerzas del odio, fomentan
la gratitud hacia Dios, inspiran el respeto y el aprecio hacia la vida y sus
diversas manifestaciones concretas (la paloma, el gato, cualquier ser humano) y
animan a la Humanidad a desarrollar el amor incondicional, el amor a Dios y al
Ser Interno.
Origen
y posibles fallos:
En términos generales, Chamuel se
originó en el marco de la asimilación de ciertos elementos del zoroastranismo
dentro del judaísmo. Aquello fue básicamente el resultado del largo exilio
(597-538 a.C.) que la aristocracia judía sufrió en Mesopotamia. Y es que, en el
fondo, no existían demasiadas diferencias entre el dios Aura-Mazda y el
Yahvé-Elohim de los judíos, como tampoco entre los enviados Zarathustra
(Zoroastro) y Moisés o entre el ordenado sacerdocio y la moral estricta propias
de ambas religiones monoteístas.
Como producto de ese contacto el
panteón de arcángeles judíos se amplió. En el comienzo solo se hablaba del
“Ángel de Yahvé” o “Ángel de Dios”, del “Ángel de la Muerte” que asesinó a los
primogénitos de Egipto y de tres ángeles sin nombre que aparecieron a Abraham y
dos (sin nombre también) a Lot, siendo que solo después el Libro de Daniel
(hecho justo en la época del exilio en Babilonia…) menciona los nombres de
Gabriel y Miguel (Mikjael) y ciertos estudios cabalísticos muestran que los
tres ángeles que se le aparecieron a Abrahan eran los arcángeles Miguel,
Gabriel y Rafael. Así, antes del contacto con el zoroastranismo solo existían
tres arcángeles judíos. Eran los persas quienes pensaban que el sol, la luna y
las estrellas eran inteligencias angélicas y que el fuego y el agua tenían vida
(no como tal o cual forma del fuego o del agua, sino como el fuego y el agua en
general) y una especie de inteligencia: fue esa idea la que se filtró y
transformó dentro del judaísmo, haciendo que luego se empezara a hablar del
arcángel Uriel (“Luz de Dios”, “Ángel del Fuego de Dios”) en la línea persa del
culto al “fuego sagrado”, del arcángel Zadkiel (“Justicia de Dios”) como
arcángel asociado a Júpiter, de Remeiel, Ratziel y otros; y, desde luego y a
imitación del culto a Anahita (divinidad persa[6] del amor que habitaba Venus),
del arcángel Anael o Haniel como “Regente de Venus”, siendo que actualmente se
considera a Anael o Haniel como el mismo ser que Chamuel…
Ahora, en la época del
sincretismo judío-persa aún el arcángel Chamuel (que en ese entonces era
conocido como “Anael”) no era uno de los siete arcángeles principales. Fue
recién con Pseudo-Dionisio (teólogo bizantino anónimo, siglos V-VI d.C.) que
pasó a estar entre los siete grandes arcángeles que actualmente se conocen y,
así mismo, fue con Pseudo Dionisio cuando se configuró de forma completa un
perfil del arcángel semejante al que tenemos actualmente. Las confusiones
surgieron sobre todo después, a través de los siglos y las diversas
producciones esotéricas en que se hablaba del arcángel, producciones éstas que
muchas veces presentaban sincretismo entre diversas tradiciones o vaguedad en
cuanto a sus orígenes. De ese modo, y sobre todo a raíz de los muchísimos
arcángeles que nombra la Cábala hebrea, se fueron desarrollando los siguientes
equívocos:
Por otra parte estaba Camael (“El
que ve a Dios”), quien equivocadamente se ha visto como equivalente a Samael,
un ángel malo cuyo nombre incluso significa “Veneno de Dios”. Mas en suma se
suele considerar a Camael como la personificación de la justicia y la
severidad, siendo visto como el arcángel de la venganza y nombrado como
“Khemuel”, “Camuel” o “Chamuel”, entre
otros.
Por un lado estaba Anael, un ser
asociado al amor y al planeta Venus, un arcángel regente del segundo cielo y
que se ha terminado viendo como equivalente a Haniel, Anafiel y Ariel, aunque
aquellas identificaciones no sean ciertamente precisas pues en parte han
respondido a un reduccionismo usualmente poco fundamentado.
Se dio sin embargo que las dos
vertientes (la de Camael y Anael) de sentido anteriores se fueron mezclando en
un sincretismo hasta cierta medida incoherente, ya que por el lado de Camael se
tenía que el arcángel estaba asociado a la severidad, la justicia y la venganza
(entendida como una forma de justicia), mientras que por el otro estaba
asociado al amor y a la dulzura. Pero la mezcla resultaba también acomodaticia;
ya que, si bien por el lado de Camael estaba la significación del nombre como
“El que ve a Dios”, por el lado de Anael estaba la justificación (el amor)
idónea del hombre a los ojos de la mentalidad cristiana. Es así que en la
actualidad tenemos a un arcángel que se nombra de demasiadas maneras y cuyo
perfil se suele presentar en general como un todo coherente resultante de la
combinación de ciertos elementos originarios de vertientes de sentido distintas
y de la supresión de otros elementos (también de vertientes distintas) para
evitar la contradicción; aunque, en unos pocos casos, la contradicción no se ha
evitado y se ha planteado inconsistencias tales como que Chamuel es ángel de la
venganza y del amor a un mismo tiempo.
Esquematizando, se tendría
básicamente que la confusión fue dada por la asignación a un mismo arcángel de
los siguientes grupos contrapuestos (en virtud de sus significaciones) de
nombres (los de mayor uso están subrayados): Anael, Haniel, Anafiel,
Hariel/Chamuel, Camael, Khemuel, Camuel, Shamuel, Samuel. Pero sumada a esa
confusión nominal se dio una agregación progresiva de diversos elementos que no
existían en el origen, resultando que en la actualidad se ha llegado a decir
cosas las siguientes: (al igual que los otros arcángeles…) tiene un complemento
femenino llamado “Caridad” (una arcangelina), y según algunos metafísicos del New Age incluso (al igual que los otros
arcángeles) tiene sexo con su arcangelina; tiene como chakra asociado al chakra
Anahata (cuarto chakra) o chakra del corazón; es el arcángel del rayo (o llama)
rosa o rayo del amor; y, además, se puede solicitar su ayuda en hechizos para
salir de la soledad, para que te quiera tal o cual persona que te ignora o de
detesta, o incluso para cosas tan opuestas a la naturaleza angélica como lo es
pedir para que sufra alguien que te ha roto el corazón.
Chamuel
en el Cristianismo:
La Iglesia Católica solo reconoce
de manera oficial a tres arcángeles ya que solo tres se encuentran en la Biblia:
Miguel, Gabriel y Rafael. A Chamuel, junto con los otros arcángeles, no los
niegan pero tampoco los afirman en el sentido de que dentro de la doctrina
oficial sean referidos como seres efectivamente existentes. De igual forma
sucede con las Iglesias Cristianas Ortodoxas: solo reconocen a Miguel, Gabriel
y Rafael, dejando así a Chamuel en lo que se podría considerar como un espacio
de indeterminación doctrinal.
Por su lado, en general las
iglesias protestantes solo reconocen a dos (Miguel y Gabriel), habiendo incluso
iglesias como la Adventista o Los Testigos de Jehová, las cuales dicen que
Jesús y el arcángel Miguel son el mismo ser. Por ello, dentro de estas iglesias
Chamuel quedaría despachado; aunque, en lugar de aceptarse su culto a nivel
extra-oficial como en general suele hacer de forma tolerante el Catolicismo (en
parte porque en cierta época la Iglesia Católica sí creyó en siete arcángeles),
a nivel del Protestantismo esto podría ser censurado como “idolatría”.
Al principio, para los judíos
solo existían algunas menciones de ángeles en sus textos sagrados. El
"Ángel de Yahvé" o "Ángel de Dios", el "Ángel de la
Muerte", tres ángeles sin nombre que se le aparecieron a Abraham y otros
dos que se le presentaron a Lot. La estadía de los judíos en Babilonia los puso
en contacto con el zoroastrianismo, una religión monoteísta que identificaba
los astros como presencias angélicas. Esto ocasionó una evolución en el
concepto judío de los ángeles. De ahí surgió la identificación del ángel Haniel
con Venus. Haniel luego sería conocido además como Chamuel.
Chamuel
en otras religiones:
A nivel de creencias presentes en
el esoterismo de corte popular, Chamuel es también el arcángel de la
tolerancia, la sexualidad, la adoración, la ternura, la dulzura, el encanto, la
comunión afectiva y la estética espiritualizada, atribución ésta última a
partir de la cual se le ha considerado regente de lo relacionado con el
embellecimiento físico y la decoración. Algunas tradiciones lo vinculan a
Haniel, ángel que supuestamente transportó a Enoc al cielo, otras afirman que
es el ángel del mes de diciembre y hay quienes dicen que habita el segundo
cielo y que una labor suya es encargarse de las emanaciones sublimes que
ascienden a Dios y provienen de las oraciones que llegan a través del primer
cielo.
Finalmente y sobre todo a nivel
de aquella corriente actual de metafísica que postula la existencia de las
Siete Llamas y de los Maestros Ascendidos, existe la interesante creencia de
que el arcángel Chamuel estuvo separado de las conciencias humanas por muchos
siglos, siendo así que en todo ese tiempo el hombre no se podía comunicar con
él. No obstante, también plantean que actualmente si es posible comunicarse con
Chamuel y contactar con sus mundos espirituales.
Virtudes
y Servicios del Arcángel Chamuel:
Chamuel está asociado
principalmente a las virtudes del amor
incondicional a Dios y al prójimo, a la devoción y a la gratitud hacia Dios, al
aprecio y respeto hacia la vida, a la dulzura, la ternura, el afecto, la
tolerancia, la autoaceptación, la compasión, la misericordia, la caridad y la
belleza. Los dones que da pueden ser los siguientes: llenarnos de amor,
librarnos del resentimiento, el rencor y el odio, librarnos de la amargura,
ayudarnos con nuestra falta de autoestima, ayudarnos a pasar del deseo-pasión
al amor incondicional y desinteresado, ayudarnos cuando alguien nos odia o
envidia, librarnos de la soledad, hacernos más generosos, dulces, compasivos,
etc. Podemos solicitar los servicios de Chamuel cuando:
1. Estamos deprimidos porque no
tenemos amigos o porque alguien que amamos nos ignora y/o desprecia.
2. Cuando queremos que nuestra
alma gemela aparezca en nuestras vidas.
3. Cuando estamos lejos de Dios
por todo el odio, la rabia y el resentimiento que hemos acumulado.
4. Cuando queremos un trabajo.
5. Cuando queremos recuperar un
objeto perdido.
6. Cuando deseamos que nuestros
enemigos dejen de odiarnos.
7. Cuando queremos ayudar a
alguien que está lleno de malos sentimientos.
8. Cuando tenemos una amargura
que no se va con nada de este mundo ya sean con psicólogos, psiquiatras,
diversiones, pasatiempos.
9. Cuando necesitamos autoestima.
10. Cuando queremos que tal o
cual vínculo afectivo nuestro mejore.
11. Cuando queremos dejar de ser
envidiosos.
Forma
de Representación:
Con este arcángel no existe mucho
consenso en la forma de representarlo, lo único que no suele variar es el color
de la vestimenta: rosado, color que simboliza principalmente al amor divino y
al amor incondicional. A veces se lo ha representado como un niño, aludiendo
así a su dulzura y ternura características. Otras, se lo ha simbolizado como
una especie de Cupido, aunque esto es más bien el producto de un sincretismo
cultural entre la angeología y los mitos griegos.
Una manera (hay algunas) bastante
eficiente para invocarlo es la siguiente:
1. Asegúrese de que sea martes o,
mejor aún (aunque no sea martes), un 14 de febrero (día de San Valentín)
2. Procure estar solo y no ser
interrumpido.
3. Tome una vela rosada con el
suficiente grosor para que la vela se mantenga en pie; y, luego de rezar, tome
la vela y frótela con ambas manos desde la base hasta la parte de arriba:
repita esto siete veces.
4. Tome una cartulina blanca o
rosada, dibuje el sello del arcángel Chamuel en la parte superior de la
cartulina (se recomienda que ocupe el 1/2 superior o el 1/3 superior de la
cartulina); y, en la parte inferior, escriba sus peticiones, lo que le quiere
decir al arcángel Chamuel y un agradecimiento por estar en su camino
5. Encienda la vela rosada.
6. Tome la cartulina, lea las
peticiones y, cuando termine, agradézcale al arcángel por estar en su camino y
estar allí presente. Nota: en una variante, no lee la carta y pasa directamente
al siguiente paso
7. Doble la cartulina y póngala
debajo de la vela.
8. Recite una de las oraciones
conocidas (elección personal) al arcángel Chamuel. Nota: la oración, o se la sabrá de memoria, o la tendrá anotada en
un papel aparte de la cartulina.
9. Cierre los ojos, ore
interiormente, intente sentir a Dios y de ser posible al arcángel, visualice
que se ha cumplido su petición, agradezca en su interior a Dios y a Chamuel y
abra los ojos.
10. Queme el papel antes de que
la vela rosada se consuma.
11. Deje que la vela se consuma,
váyase si la vela se demora mucho y no desea esperar.
Nota:
si no ve cumplida su petición, repítala todos los martes que sean necesarios,
intentando hacerlo siempre con la mayor fe posible y en un estado de paz
interior y ausencia de ira, odio, rencor o mala voluntad hacia el prójimo.
Para conocer los rituales y
hechizos para atraer el amor con el Arcángel
Chamuel, entonces ingresa aquí
ORACIONES:
1era Oración:
‹‹Querido
Arcángel Chamuel,
te
amo y te bendigo. Y te ruego
que
me mantengas sellado en un
pilar
de llama rosa de amor y
adoración
a Dios hasta que se haga
contagiosa
a toda la vida que yo
contacte
hoy y siempre.
¡Te
doy las gracias!
Amén.››
2da Oración:
‹‹En
el amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, en el amor de la estrella que
anunció, que la gloria descendería a la Madre Tierra, y encarnaría al Hijo del
Padre. En el amor de la creación que libera de toda duda, sobre la increíble
majestuosidad del Arquitecto Divino. En el nombre del amor puro, encarnado por
el sol y la luna. En el nombre del amor de la palabra, que hace crecer el
verbo, y reproducir las cosas, con luz y conciencia propia. En el amor de la
verdad, esperanza y maravilla, guía en el Santo Espíritu. Por todo lo nombrado
yo te pido Señor, por la intercesión del arcángel Anael, bendición de Dios, que
eleves mis palabras una a una, a la luz de tu infinita misericordia, para que
humildemente sean escuchadas. Intercede ante el Señor, Anael, Príncipe del amor
y la luz, para que operes, acciones y liberes toda la fuerza necesaria para la
mejor resolución a esta petición que con todo respeto ahora realizo: (agregar
aquí la petición).››
‹‹Amado
Ángel Anael, tú que tienes el regalo más preciado en tus alas, que has sido
bendecido con la energía rosada del amor universal, vuela hasta mi corazón y
llénalo de tu energía divina, ayúdame a quererme a mí mismo, a querer a los
demás.
Quita
la sensación de soledad de mi vida, hazme comprender que no estoy solo nunca,
que me circunda el amor inmenso del Creador.
Si
es que lo merezco, que llegue a mi vida el verdadero amor y que lo pueda
identificar. No me dejes caer en relaciones de maltrato.
No
permitas que yo le haga daño o hiera los sentimientos de nadie.
Ayúdame
cada día a ser un mejor ser humano y a ser instrumento de amor para la
Humanidad. Amén››
3era Oración:
Amado
Creador de Todo lo Que Es, pido la amorosa energía del Arcángel Chamuel para mi
mayor y más alto beneficio y dentro de Tu voluntad.
Arcángel
Chamuel, ¡llamo tu dulce presencia y me contento en ti!
Te
pido que desarrolles en mí la fuerza infinita de mi corazón para amar y para permitir el amor y la armonía en mi
vida.
Aumenta
la alegría, la buena comunicación y el amor en todas mis relaciones, desde las
más pequeñas, hasta las más importantes.
Acógeme
en tus alas divinas y ayúdame a abrirme al amor y a resolver estas situaciones
conflictivas: (nombre aquí cualquier conflicto que tenga con los demás).
Que
mis pensamientos, mis acciones y mis palabras reflejen la generosidad de
corazón, la compasión y el respeto por los demás y por mí mismo.
Sean
todos mis sueños, mis proyectos, mis relaciones y mi existir encendidos desde
la llama sagrada del amor.
Que
mi luz y mi amor viajen y se expandan por donde quiera que yo vaya.
Así
es y hecho está en el nombre de Jesús. Amén. Gracias, gracias, gracias
EDUARDO LUZ
Tarotista y Vidente
CONTACTO:
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cartasegipcias
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