Las festividades religiosas
que se desarrollan alrededor del mundo suelen tener una gran influencia en
nuestra historia como seres humanos. Vivimos en un mundo multicultural en donde
muchas naciones conviven una con la otra y de alguna u otra manera estas
terminan generando cambios importantes y radicales en nuestra vida que nos
permiten crecer y evolucionar en todo momento. Cada una de estas religiones
tienen como objetivo principal, la ascensión del espíritu y del alma, suceso
significativo que nos permite encontrar la paz, la tranquilidad y sobretodo, la
luz que necesitamos para ser una versión mejorada de nosotros mismos.
Como parte de este multicultural
mundo, nos centramos en una festividad única en la que, gran parte de los
miembros de la comunidad Asiática, especialmente los japoneses, celebran el
comienzo de una nueva estación del año. Nos referimos esencialmente a la fiesta
del Setsubun, una celebración
japonesa única en la que, todos los miembros de esta comunidad celebran el fin
y el inicio de una nueva estación. La palabra Setusubun, significa “separación
de estaciones”, pero en general el término hace referencia al setsubun de primavera, llamado
correctamente como risshun, el cual
es celebrado anualmente el día 03 de febrero.
En asociación con el Año Nuevo Chino, el Setsubun de primavera puede ser considerado como un tipo de Nochevieja, y además está acompañado por
un ritual especial para echar toda la maldad del año anterior y de ese modo
poder alejar a los demonios en el nuevo año. Este ritual es conocido como Mamemaki, literalmente significa, “dispersar habichuelas”.
El Setsubun, es un día de júbilo, pues la vida de los japoneses está
marcada por las estaciones, y le dan muchísima importancia a las mismas. La
llegada de la primavera “lunar” está
asociada con el regreso del sol, el cambio en las temperaturas, la renovación
de la naturaleza, la mente y el espíritu, la expulsión de los demonios y al
simbolismo del renacer.
Mamemaki:
Es el ritual que se realiza el
día del Setusubun y es usualmente
llevado a cabo por el Toshiotoko de
la casa, es decir, por el hombre que nació en el año del animal correspondiente
del zodiaco chino, o el hombre cabeza de la casa. Le son lanzadas un tipo en
particular de semillas de soja llamadas irmame
a la puerta o un miembro de la familia que lleve una máscara de oni, mientras los que lanzan dicen las
siguientes palabras: “Oni Wa Soto! Fuku
wa uchi!”. El significado literal de estas palabras, es “¡Fuera los oni, que venga la buena suerte!”.
Las semillas son lanzadas de
forma simbólica para purificar la casa echando fuera los malos espíritus y alejando
la mala suerte y la salud mala con ello. Luego, como para traer la buena
suerte, se acostumbra a comer las semillas de soja, una por cada año de vida, y
en algunos lugares, una por cada año de vida más una por el año venidero a modo
de traer buena suerte para ese año.
Origen del ritual
Mamemaki y Oni:
El origen de este ritual popular
se encuentra en una ceremonia llamada Tsuina
o Oniyarai, que se realizaba al final
del invierno, es decir, en diciembre en Japón,
en la casa del emperador del periodo Heian
(794 a 1185). Es común ver dos figuras representativas en el ritual, un Oni y una mujer. Según una antigua
leyenda, una anciana intenta robar una cosa a un viejo. Pero la figura del
viejo era un disfraz del Oni (ogro)
que tiene el poder de disfrazarse de ser humano. Cuando el viejo ve el robo,
revela su verdadera identidad de ogro. Con el susto, la vieja agarra la primera
cosa que consigue, en este caso granos de soja y se los tira. Fue así que
surgió el mamemaki, o sea, jugar con
granos de soja para expulsar el demonio, o el mal y la mala suerte.
EDUARDO LUZ
Tarotista, Astrólogo
y Vidente
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