17 de Marzo: Día de San Patricio - Cartas Egipcias

jueves, 15 de marzo de 2018

17 de Marzo: Día de San Patricio




Nacido en Gran Bretaña (Bennhaven Taberniae (pueblecito de Escocia que hoy no se encuentra en los mapas) hacia el 385, muy joven fue llevado cautivo a Irlanda, y obligado a guardar ovejas. Recobrada la libertad, abrazó el estado clerical y fue consagrado obispo Irlanda, desplegando extraordinarias dotes de evangelizador, y convirtiendo a la fe a numerosas gentes, entre las que organizó la Iglesia. Murió el año 461, en Down, llamado en su honor Downpatrik (Irlanda). Se afirma que fue alrededor del año 403, a la edad de 16 años, que cayó prisionero de piratas junto con otros jóvenes para ser vendido como esclavo a un pagano del norte de Irlanda llamado Milcho. Lo sirvió cuidando ovejas. Trató de huir varias veces sin éxito.

La Divina Providencia aprovechó este tiempo de esclavitud, de rudo trabajo y sufrimiento, para espiritualizarlo, preparándolo para el futuro, ya que el mismo dijo que hasta entonces "aún no conocía al verdadero Dios", queriendo decir que había vivido indiferente a los consejos y advertencias de la Iglesia. Se cree que el lugar de su cautiverio fue en las costas de Mayo, al borde del bosque de Fochlad (o Foclut). De ser así, el monte de Crochan Aigli, que fue escenario del famoso ayuno de San Patricio, también fue el lugar donde vivió los tristes años de su juventud.

Lo más importante es que para entonces, como él lo dice: "oraba de continuo durante las horas del día y fue así como el amor de Dios y el temor ante su grandeza, crecieron más dentro de mí, al tiempo que se afirmaba mi fe y mi espíritu se conmovía y se inquietaba, de suerte que me sentía impulsado a hacer hasta cien oraciones en el día y, por la noche otras tantas. Con este fin, permanecía solo en los bosques y en las montañas. Y si acaso me quedaba dormido, desde antes de que despuntara el alba me despertaba para orar, en tiempos de neviscas y de heladas, de niebla y de lluvias. Por entonces estaba contento, porque lejos de sentir en mi la tibieza que ahora suele embargarme, el espíritu hervía en mi interior".

Después de seis años en tierra de Irlanda y de haber rezado mucho a Dios para que le iluminara sobre su futuro, una noche soñó que una voz le mandaba salir huyendo y llegar hasta el mar, donde un barco lo iba a recibir. Huyendo, caminó más de 300 kilómetros para llegar a la costa. Encontró el barco, pero el capitán se negaba rotundamente a transportarlo. Sus reiteradas peticiones para que le dejasen viajar gratis fueron siempre rechazadas, hasta que al fin, después de mucho orar con fervor, el capitán accedió a llevarlo hasta Francia. La travesía fue aventurada y peligrosa. Después de tres días de tormenta en el mar, tocaron tierra en un lugar deshabitado de la costa, caminaron un mes sin encontrar a nadie y hasta las provisiones se agotaron. Patricio narra esa aventura diciendo:

"llegó el día en que el capitán de la nave, angustiado por nuestra situación, me instaba a pedir el auxilio del cielo. '¿Cómo es que nos sucede esto, cristiano? Dijiste que tu Dios era grande y todopoderoso, ¿por qué entonces no le diriges una plegaria por nosotros, que estamos amenazados de morir por hambre? Tal vez no volvamos a ver a un ser humano…' A aquellas súplicas yo respondí francamente: 'Poned toda vuestra confianza y volved vuestros corazones al Señor mi Dios, para quien nada es imposible, a fin de que en este día os envíe vuestro alimento en abundancia y también para los siguientes del viaje, hasta que estéis satisfechos puesto que El tiene de sobra en todas partes'. Fue entonces cuando vimos cruzar por el camino una piara de cerdos; mis compañeros los persiguieron y mataron a muchos. Ahí nos quedamos dos noches y, cuando todos estuvieron bien satisfechos y hasta los perros que aún sobrevivían, quedaron hartos, reanudamos la caminata. Después de aquella comilona todos mostraban su agradecimiento a Dios y yo me convertí en un ser muy honorable a sus ojos. Desde aquel día tuvimos alimento en abundancia."

Finalmente llegaron a lugar habitado y así Patricio quedó a salvo a la edad de veintidós o veintitrés años y volvió a su casa. Con el tiempo, durante las vigilias de Patricio en los campos, se reanudaron las visiones y, a menudo, oía "las voces de los que moran más allá del bosque Foclut, más allá del mar del oeste y así gritaban todas al mismo tiempo, como si salieran de una sola boca, estas palabras: 'Clamamos a ti, Ho joven lleno de virtudes, para que vengas entre nosotros nuevamente' ".   "Eternas gracias deben dársele a Dios, agrega, porque al cabo de algunos años el Señor les concedió aquello por lo que clamaban".

Utilizaba un lenguaje sencillo al evangelizar. Por ejemplo, para explicarles acerca de la Santísima Trinidad, les presentaba la hoja del trébol, diciéndoles que así como esas tres hojitas forman una sola verdadera hoja, así las tres personas divinas, Padre, Hijo y Espíritu Santo, forman un solo Dios verdadero. Todos lo escuchaban con gusto, porque el pueblo lo que deseaba era entender.  


Coraza de San Patricio Obispo de Irlanda:
"Me envuelvo hoy día y ato a mí
una fuerza poderosa
la invocación de la Santísima Trinidad
y las Tres Divinas Personas.
Me envuelvo hoy día y ato a mí
la fuerza de Jesucristo,
Hijo de María siempre virgen,
con su bautismo, l
a fuerza de su crucifixión y entierro,
la fuerza de su Resurrección y Ascensión
la fuerza de su vuelta
para el juicio de la eternidad.

Me envuelvo hoy día
y ato a mí la fuerza del amor de los Querubines,
la obediencia de los Angeles,
el servicio de los Arcángeles,
la esperanza de la resurrección para el premio,
las oraciones de los patriarcas,
las predicciones de los profetas,
las predicciones de los apóstoles,
la fe de los mártires,
la inocencia de las santas vírgenes,
las buenas obras de los confesores.

Me envuelvo hoy día
y ato a mí el amor maternal
y la pureza virginal de María Santísima,
hija de Dios Padre,
Madre de Dios Hijo
y esposa de Dios Espíritu Santo.

Me envuelvo hoy día
y ato a mí la fuerza de Dios para orientarme.
El poder de Dios para sostenerme,
la sabiduría de Dios para guiarme,
el ojo de Dios para prevenirme,
el oído de Dios para escucharme,
la palabra de Dios para apoyarme,
la mano de Dios para defenderme,
el camino de Dios para recibir mis pasos,
el escudo de Dios para protegerme,
los ejércitos de Dios para darme seguridad
contra las trampas de los demonios,
contra las tentaciones de los vicios,
contra las inclinaciones de la naturaleza,
contra todos los que desean el mal,
de lejos o de cerca,
estando yo solo o en la multitud.

Convoco hoy día a todas
esas fuerzas poderosas,
que están entre mí y esos males
contra las encantaciones de los falsos profetas,
contra las leyes negras del paganismo,
contra las leyes falsas de los herejes,
contra la astucia de la idolatría,
contra los conjuros de brujas, brujos y magos,
contra la curiosidad que daña el cuerpo
y el alma del hombre.

Invoco a Jesucristo que me proteja
hoy día contra el veneno, el incendio,
el ahogo, las heridas,
para que yo pueda alcanzar
abundancia en premio.

Jesucristo conmigo,
Jesucristo delante de mí,
Jesucristo detrás de mí,
Jesucristo a mi derecha,
Jesucristo a mi izquierda,
Jesucristo en la anchura,
Jesucristo en la longitud,
Jesucristo en altura,
Jesucristo en el corazón de todo hombre que piensa en mí,
Jesucristo en la boca de todos los que hablan de mí,
Jesucristo en todo ojo que me ve,
Jesucristo en todo oído que me escucha.

Del Señor es la salvación,
De Jesucristo es la salvación,
Tu salvación, Señor, esté siempre con nosotros. Amén"


EDUARDO LUZ
Tarotista y Vidente
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