El 16
de octubre la Iglesia católica celebra a Santa Eduviges, una
madre de familia que
junto a su esposo fundó monasterios y a la muerte de él, tomó los hábitos y
siguió sirviendo a los pobres y enfermos. Eduviges nació en Baviera (Alemania) en 1174.
En el seno de una familia noble, fue hija del príncipe
Bertoldo, duque de Carintia, Marqués de Moravia y Conde del Tirol. Siendo
niña sus padres deciden educarla en el monasterio de Benedictinas de Lutzing. Ya
allí se notaba su gusto por la oración y la devoción a la Virgen María.
A los 12 años se
casó con el príncipe Enrique, de 18 años, quien heredo el ducado de su padre
convirtiéndose en Duque de Silesia y de
Polonia, pasando ella a ser la Duquesa de Silesia y Polonia. Tuvieron siete hijos.
En el palacio daba de comer a numerosos
huérfanos y pobres, pidiéndole a estos que rezasen por el Duque y el pueblo de
Polonia. Llevaba una vida penitente (La Santa acostumbraba a ir a la Iglesia sin
zapatos, andaba por las calles con los pies agrietados en medio de la nieve
haciendo penitencia, pero llevaba el calzado en la mano para ponérselos de
inmediato por si se encontraba con alguien, andaba
descalza como mortificación, comía muy poco y debajo de su cama tenía un saco
de paja sobre el cual dormía). Convence a su marido para fundar un monasterio
en Trebnitz, que fuera gobernado por las religiosas del Císter.
El convento es edificado con presos que
saca de la prisión para que no estén en "mala
compañía". Conrado, duque de Kirne ingresa en Polonia, por lo que
Enrique le da batalla siendo herido y hecho prisionero. Eduviges marcha a
presentarse frente a Conrado, que le recibe con un respetuoso terror y le
concede todo lo que pide. Ella y su esposo fundaron muchos monasterios.
Él inició el Hospital de la Santa Cruz en Breslau y ella, un hospital para
leprosas en Neumarkt, donde atendía personalmente a las que padecían de esta
enfermedad.
Cuando
murió su esposo, las religiosas lloraron mucho y ella las reconfortó diciendo:
“¿Por qué os quejáis de la voluntad de Dios? Nuestras vidas están en sus manos,
y todo lo que él hace está bien hecho, lo mismo si se trata de nuestra propia
muerte que de la muerte de los seres amados”. Su
esposo antes de morir le dijo: "Todos debemos recibir con humilde
rendimiento, en vida y en muerte las amorosas disposiciones de Dios".
Santa Eduviges
tomó el hábito religioso de Trebnitz, pero sin hacer votos para continuar
administrando sus bienes en favor de los más necesitados.
Vida de Santa Eduvigis…
Patrona de los afligidos y deudores. La vida de Eduviges, niña rica e hija de príncipes fue una letanía de
sufrimientos. Sufrió con el esposo, hombre violento y vulgar. Enrique fue
varias veces prisionero de guerra. Una vez, lo trajeron a casa derramando
sangre por las heridas. Fue muerto a puñaladas, pocos meses después, durante la
celebración de la misa. Sufrió con los hijos. Uno de ellos se rebeló contra el
papa y tuvo muerte violenta. Otro hijo, Enrique, murió en la guerra. Ella misma
fue a recoger su cuerpo mutilado, en medio de otros cadáveres esparcidos por el
campo de batalla. Sufrió con sus parientes. Su hermana Inés, reina de Francia, tuvo muchas
frustraciones en su matrimonio.
Otra hermana, reina de Hungría, murió apuñalada. Sus hermanos fueron
acusados de traicionar y matar al emperador. La sobrina, santa Isabel de
Hungría, fue arrojada del castillo y murió en la miseria. Sufrió
con la situación de su tiempo. Corría el siglo XIII y los campesinos y los
pobres eran oprimidos por los nobles. Eduviges, se dedicó enteramente al
servicio de los necesitados: protegía a los huérfanos y a las viudas, visitaba
hospitales, amparaba a la juventud necesitada, educándola e instruyéndola en la
fe cristiana, cuidaba los leprosos. Pasó el resto de sus días en austeridad.
Murió en el año 1243 Santa Eduviges es la patrona de los afligidos y deudores.
Realiza numerosos milagros, entre ellos
salvar la vida de una monja que se ahogaba por una espina de pescado y
resucitar a un ahorcado. Dios le concedió el don de la profecía y de los
milagros. Amó mucho a María Santísima y por ello llevaba siempre una pequeña
imagen de la Virgen que le cabía en el puño. Al morir, fue imposible quitársela
de la mano y años después, cuando trasladaron su cuerpo, la encontraron con la
imagen empuñada, y los dedos con los que la tenía, incorruptos.
Oración
Eduvigis, gloriosa princesa y santa mujer,
bendita benefactora y santa patrona de los afligidos,
de los carentes de vivienda y endeudados,
generosa con los pobres y desprotegidos
y dedicada enteramente al servicio de los necesitados,
ruega por mí y tiéndeme tu dadivosa mano.
Noble protectora de huérfanos y viudas,
esforzada cuidadora de los enfermos,
defensora de abusos, agravios e injusticias,
y buena y generosa con todo aquel que llegara a ti
para solicitar tus bondades y misericordia,
haz que por tu piadosa y valiosa intercesión
sea asistido en mis difíciles problemas.
Amante tierna y fiel de María Santísima,
encendida con la llama del amor Divino,
llena de amor por los mas humildes
arca de comprensión y humanidad
y depositaria de la infinita caridad del Señor,
dame tu ayuda en estas necesidades que me afligen,
carezco de medios económicos para salir de mis deudas,
de mis acuciantes estrecheces y carencias,
necesito tener más ingresos para hacer frente a pagos
y para poder conseguir la vivienda que tanto deseo
y que tanto preciso en estos momentos
para llevar una vida mas digna y gratificante,
yo confío plenamente en ti,
si tu ruegas a Dios Todopoderoso por mí
sé que seré consolado de inmediato,
te suplico, preséntale mis esperanzadas peticiones
y consigue que sea atendido cuanto antes en:
(decir lo que se quiere conseguir).
Intercede santa mía por mis infortunios,
pide a María, Virgen y Reina de los Cielos,
a Dios Padre, a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo,
a quienes reverencio, honro y amo
que me bendigan con su Amor
y me concedan las gracias particulares
que con fe y humildad he solicitado.
Bienaventurada santa Eduvigis
no me abandones en las necesidades de esta vida,
tu eres mi ultima y gran esperanza
dame cordial y benigno auxilio ahora y siempre
y haz que siguiendo tu ejemplo de amor,
caridad y entrega a los demás,
y guiado por tu luz,
llegue un día a las alturas de los Cielos.
Amén.
bendita benefactora y santa patrona de los afligidos,
de los carentes de vivienda y endeudados,
generosa con los pobres y desprotegidos
y dedicada enteramente al servicio de los necesitados,
ruega por mí y tiéndeme tu dadivosa mano.
Noble protectora de huérfanos y viudas,
esforzada cuidadora de los enfermos,
defensora de abusos, agravios e injusticias,
y buena y generosa con todo aquel que llegara a ti
para solicitar tus bondades y misericordia,
haz que por tu piadosa y valiosa intercesión
sea asistido en mis difíciles problemas.
Amante tierna y fiel de María Santísima,
encendida con la llama del amor Divino,
llena de amor por los mas humildes
arca de comprensión y humanidad
y depositaria de la infinita caridad del Señor,
dame tu ayuda en estas necesidades que me afligen,
carezco de medios económicos para salir de mis deudas,
de mis acuciantes estrecheces y carencias,
necesito tener más ingresos para hacer frente a pagos
y para poder conseguir la vivienda que tanto deseo
y que tanto preciso en estos momentos
para llevar una vida mas digna y gratificante,
yo confío plenamente en ti,
si tu ruegas a Dios Todopoderoso por mí
sé que seré consolado de inmediato,
te suplico, preséntale mis esperanzadas peticiones
y consigue que sea atendido cuanto antes en:
(decir lo que se quiere conseguir).
Intercede santa mía por mis infortunios,
pide a María, Virgen y Reina de los Cielos,
a Dios Padre, a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo,
a quienes reverencio, honro y amo
que me bendigan con su Amor
y me concedan las gracias particulares
que con fe y humildad he solicitado.
Bienaventurada santa Eduvigis
no me abandones en las necesidades de esta vida,
tu eres mi ultima y gran esperanza
dame cordial y benigno auxilio ahora y siempre
y haz que siguiendo tu ejemplo de amor,
caridad y entrega a los demás,
y guiado por tu luz,
llegue un día a las alturas de los Cielos.
Amén.
Rezar tres Padrenuestros,
tres Avemarías y tres Glorias.
Hacer la oración y los rezos nueve días seguidos.
De ser posible encender una
vela rosada.
EDUARDO LUZ
Tarotista, Astrólogo y Vidente
CONTACTO:
cartasegipcias@gmail.com
TWITTER, FACEBOOK e INSTAGRAM:
cartasegipcias
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