El día 24 de mayo se celebra el día
de María Auxiliadora, la patrona de los cristianos para pedir ayuda en momentos
difíciles. Es un título antiguo dado a María, madre de Jesús. Se originó hacia
el año 345 con san Juan Crisóstomo, tomó fuerza con el papa Pío V en el siglo
XVI y fue definitivamente popularizado con el desarrollo de las obras
educativas y apostólicas de Don Bosco en el siglo XIX, en la advocación mariana
de María Auxiliadora. Aunque comúnmente se asocia el título con la Iglesia
católica, la Iglesia ortodoxa también lo conoce desde que en 1030 Ucrania logró
defenderse de una invasión bárbara, hecho que la religiosidad de la época
atribuyó al auxilio de la Virgen María.
Los cristianos de la Iglesia de la
antigüedad en Grecia, Egipto, Antioquía, Efeso, Alejandría y Atenas
acostumbraban llamar a la Santísima Virgen con el nombre de Auxiliadora, que en
su idioma, el griego, se dice con la palabra "Boetéia", que significa "La que trae auxilios venidos del cielo". Ya San Juan
Crisóstomo, arzobispo de Constantinopla nacido en 345, la llama "Auxilio potentísimo" de los
seguidores de Cristo. Los dos títulos que más se leen en los antiguos
monumentos de Oriente (Grecia, Turquía, Egipto) son: Madre de Dios y
Auxiliadora.
En el año 476 el gran orador Proclo
decía: "La Madre de Dios es nuestra
Auxiliadora porque nos trae auxilios de lo alto". San Sabas de Cesarea en el año 532 llama a la
Virgen "Auxiliadora de los que
sufren" y narra el hecho de un enfermo gravísimo que llevado junto a
una imagen de Nuestra Señora recuperó la salud y que aquella imagen de la
"Auxiliadora de los enfermos" se volvió sumamente popular entre la
gente de su siglo.
El gran poeta griego Romano Melone,
año 518, llama a María "Auxiliadora
de los que rezan, exterminio de los malos espíritus y ayuda de los que somos
débiles" e insiste en que recemos para que Ella sea también
"Auxiliadora de los que gobiernan" y así cumplamos lo que dijo
Cristo: "Dad al gobernante lo que es
del gobernante" y lo que dijo Jeremías: "Orad por la nación donde estáis viviendo, porque su bien será vuestro
bien".
En las iglesias de las naciones de
Asia Menor la fiesta de María Auxiliadora se celebra el 1 de octubre, desde
antes del año 1000. En cambio, en Europa y América se celebre el 24 de mayo.
San Sofronio, Arzobispo de Jerusalén dijo en el año 560: "María es Auxiliadora de los que están en la
tierra y la alegría de los que ya están en el cielo". San Juan
Damasceno, famoso predicador, año 749, es el primero en propagar esta
jaculatoria: "María Auxiliadora
rogad por nosotros". Y repite: "La Virgen es auxiliadora para conseguir la salvación. Auxiliadora para
evitar los peligros, Auxiliadora en la hora de la muerte". San Germán,
Arzobispo de Constantinopla, año 733, dijo en un sermón: "Oh María Tú eres Poderosa Auxiliadora de los
pobres, valiente Auxiliadora contra los enemigos de la fe. Auxiliadora de los
ejércitos para que defiendan la patria. Auxiliadora de los gobernantes para que
nos consigan el bienestar, Auxiliadora del pueblo humilde que necesita de tu
ayuda".
En Ucrania, Rusia, se celebra la
fiesta de María Auxiliadora el 1 de octubre desde el año 1030, en ese año libró
a la ciudad de la invasión de una terrible tribu de bárbaros paganos. En el año
1572, el Papa San Pió quinto ordenó que en todo el mundo católico se rezara en
las letanias la advocación " María Auxiliadora, rogad, por nosotros",
porque en ese año Nuestra Señora libró prodigiosamente en la batalla de lepanto
a toda la cristiandad que venía a ser destruida por un ejército mahometano de 282
barcos y 88.000 soldados. En el año 1600 los católicos del sur de Alemania
hicieron una promesa a la Virgen de honrarla con el título de auxiliadora si
los libraba de la invasión de los protestantes y hacía que se terminara la
terrible guerra de los 30 años. La Madre de Dios les concedió ambos favores y
pronto había ya más de 70 capillas con el título de María Auxiliadora de los
cristianos.
En 1683 los católicos al obtener
inmensa victoria en Viena contra los enemigos de la religión, fundaron la
asociación de María Auxiliadora, la cual existe hoy en más de 60 paises. En
1814, el Papa Pío VII, prisionero del general Napoleón, prometió a la Virgen
que el día que llegara a Roma, en libertad, lo declararía fiesta de María
Auxiliadora. Inesperadamente el pontífice quedó libre, y llegó a Roma el 24 de
mayo. Desde entonces quedó declarado el 24 de mayo como día de María
Auxiliadora. En 1860 la Santísima Virgen se aparece a San Juan Bosco y le dice
que quiere ser honrada con el título de "Auxiliadora", y le señala el
sitio para que le construya en Turín, Italia, un templo. Empezó la obra del
templo con sus tres monedas de veinte centavos cada una, pero fueron tantos y
tan grande los milagros que María Auxiliadora empezó a obtener a favor de sus
devotos, que en sólo cuatro años estuvo terminada la Gran Basílica. El Santo
solía decir: " Cada ladrillo de este templo corresponde a un milagro de la
Santísima Virgen", desde aquel Santuario comienza a extenderse por el
mundo la devoción a María bajo el título de Auxiliadora de los Cristianos.
El nombre de Auxiliadora se le daba
ya en el año 1030 a la Virgen María, en Ucrania (Rusia), por haber liberado
aquella región de la invasión de las tribus paganas. Desde entonces en Ucrania
se celebra cada año la fiesta de María Auxiliadora el 1ro de octubre. Se tiene
constancia de que hacia el año 1558 ya figuraba en las letanías que se
acostumbraban recitar en el santuario de Loreto Italia. Esta advocación se hizo
fuerte ante la invasión de los turcos en 1571 donde San Pío V la invocó como
María Auxiliadota de los Cristianos o con los Príncipes Católicos de Alemania
fieles al catolicismo frente a las tesis protestantes o frente a las invasiones
turcas sobre Viena en el siglo XVII o, incluso, como mano protectora frente a
los caprichos de Napoleón Bonaparte que llevo al Papa Pío VII al destierro, y a
su liberación, quiso en 1814 instituir en el 24 de mayo su fiesta litúrgica.
Pero sin duda fue San Juan Bosco, el
santo de María Auxiliadora, con el que esta advocación mariana encontró el
mejor paladín y trampolín para el desarrollo y popularidad, "No he sido
yo, ha sido la Virgen Auxiliadora quien te ha salvado"... "Cada
ladrillo de esta iglesia - se refería a la gran Basílica que en su obsequio
empezó el 1863 - es una gracia de la Virgen María". Pero será exactamente
en 1862, en plena madurez de Don Bosco, cuando éste hace la opción mariana
definitiva: Auxiliadora. "La Virgen quiere que la honremos con el título
de Auxiliadora: los tiempos que corren son tan aciagos que tenemos necesidad de
que la Virgen nos ayude a conservar y a defender la fe cristiana".
Desde esa fecha el título de
Auxiliadora aparece en la vida de Don Bosco y en su obra como "central y
sintetizador". La Auxiliadora es la visión propia que Don Bosco tiene de
María. La lectura evangélica que hace de María, la experiencia de su propia
vida y la de sus jóvenes salesianos, y su experiencia eclesial le hacer
percibir a María como "Auxiliadora del Pueblo de Dios". En 1863 Don
Bosco comienza la construcción de la iglesia en Turín. Todo su capital era de
cuarenta céntimos, y esa fue la primera paga que hizo al constructor. Cinco
años más tarde, el 9 de junio de 1868, tuvo lugar la consagración del templo.
Lo que sorprendió a Don Bosco primero y luego al mundo entero fue que María
Auxiliadora se había construido su propia casa, para irradiar desde allí su
patrocinio. Don Bosco llegará a decir: "No existe un ladrillo que no sea
señal de alguna gracia". Hoy, salesianos y salesianas, fieles al espíritu
de sus fundadores y a través de las
diversas obras que llevan entre manos siguen proponiendo como ejemplo, amparo y
estímulo en la evangelización de los pueblos el auxilio que viene de Santa
María.
Oración I:
Santísima
Virgen, Madre de Dios, yo aunque indigno pecador postrado a vuestros pies en
presencia de Dios omnipotente os ofrezco este mi corazón con todos sus afectos.
A vos lo consagro y quiero que sea siempre vuestro y de vuestro hijo Jesús.
Aceptad
esta humilde oferta vos que siempre habéis sido la auxiliadora del pueblo cristiano.
Oh
María, refugio de los atribulados, consuelo de los afligidos, ten compasión de
la pena que tanto me aflige, del apuro extremo en que me encuentro.
Reina
de los cielos, en vuestras manos pongo mi causa. Se bien que en los casos
desesperados se muestra más potente vuestra misericordia y nada puede resistir
a vuestro poder. Alcanzadme Madre mía la gracia que os pido si es del agrado de
mi Dios y Señor.
Amén.
Oración II:
Que
tu Bendición santísima permanezca en mi noche y día,
en
la alegría y en la tristeza,
en
el trabajo y en el descanso,
en
la salud y en la enfermedad,
en
la vida y en la muerte y durante la eternidad.
OH
Bendición de María Auxiliadora,
dichoso
quien te la pide, recibe y guarda,
y
después de obtenerla aquí en la tierra
la
lleve a su último suspiro como prenda de vida eterna.
Nuestro
Auxilio esta en el nombre del Señor que hizo el cielo y la tierra.
Virgencita
María Auxiliadora,
acompañame
en mis viajes, en mis trabajos,
y
protégeme de males y enfermedades.
María
Auxiliadora,
Dame
tu santísima Bendición, Tu y Tu Santo Hijo,
para
mi y para cada uno de mis familiares,
en
este día y todos los días de mi vida,
Amen.
(HACER
LA PETICIÓN)
EDUARDO LUZ
Tarotista, Astrologo y Vidente
CONTACTO:
FACEBOOK, TWITTER e INSTAGRAM:
cartasegipcias
Tal
vez te podría interesar:
No hay comentarios:
Publicar un comentario