Quirón: El Centauro Sanador:
Quirón y fue descubierto
en 1977 por Charles Kowal. Su medida podría ser unos 230kim de diámetro, siendo
el segundo más grande de los centauros conocidos hasta ahora. Su período
rotacional es de uno 5,9 horas. Posee una órbita muy caótica y se ubica entre
Saturno y Urano, proviniendo, posiblemente del cinturón de Kuiper. Tarda
alrededor de 49 a 51 años en dar una vuelta completa al Sol y, debido a su
trayectoria muy elíptica, puede permanecer en un signo entre 1,5 y 8 años.
Suele retrogradar una vez al año durante 4 y 5 meses y su período estacionario
es de 8 a 10 días.
En la mitología recibe su nombre del místico Quirón. Un padre de la
medicina, era sobrio, atento, civilizado y sobre todo un hacedor de
pociones y remedios para curar los males
más profundos. Era muy diferente a los de su especie, mientras que los demás
eran salvajes, lujuriosos y bebedores, Quirón era el que se recogía, pensaba y
se educaba. Era incluso un astrólogo y oráculo que en su momento fue muy
respetado, para muchos era el primero entre los centauros y recibió gran
respeto y veneración como profesor. Vivía en Tesalia, específicamente en una
cueva del Monte Pelión y fue, además de astrólogo, oráculo y sanador, un
virtuoso en la música, el arte, la medicina, la cirugía, la moral y la caza.
Cuenta la leyenda que un
día, Hércules se encontraba visitando al centauro, y se produjo un asalto en el
cual una de sus flechas envenenadas con la sangre de hidra, cayó en el muslo de
Quirón, terminando por causarle una herida terrible. Él era inmortal pero
irónicamente, siendo un sanador, no podía curarse así mismo de la herida que se
le produjo. Pero más adelante decide renunciar a su inmortalidad para dársela a
Prometeo, quien había sacrificado su vida para permitirle a la humanidad
obtener el uso del fuego. Al morir, fue inmortalizado y se le otorgo un lugar
entre las estrellas de la constelación de Centauro, debido a los logros
monumentales, entre los que destaca el arte, la medicina, la justicia, la
rectitud y la enseñanza.
En la astrología Quirón, en su trayectoria traspasa las barreras que
marcan Saturno y se sumerge en terreno de los planetas exteriores. Es el
centauro que se mueve entre los límites, la estructura y el orden saturninos, y
el cambio, la revolución y los ideales uranianos. Es el encargado de otorgarnos
las llaves que nos permite el acceso a los espacios inexplorados, territorios
ajenos y lugares inaccesibles. Él nos habla de todo aquello que podemos hacer
por los demás pero que no podemos hacer por nosotros mismos. Es el que nos
muestra cómo ayudar alcanzar los objetivos de otros, pero haciéndonos incapaces
de alcanzar los nuestros.
Es considerado el Sanador
Herido que se oculta dentro de nosotros, es decir, un maestro interior, que no
son más que las experiencias vividas en esta vida, en las que, debemos confiar.
Él
nos invita a descubrirnos a nosotros mismos, nos hace ver esas
cualidades que otros ven en nosotros y de las que no somos conscientes. También
es considerado como el centauro de la curación ya que maneja todos los aspectos
de la salud y la enfermedad y como afectan en nuestro camino espiritual. Es el
encargado de proporcionar sabiduría y paciencia, pero, sobre todo, capacidad
para superar la oscuridad de nuestras almas. Está asociado con los signos de
Virgo por sus cualidades de sanador, pero también con los signos de Libra y
Sagitario.
Aunque muchos astrólogos
consideran que se debe usar como un indicador de la compatibilidad entre
personas, aún no se termina por llegar a un consenso debido a que de ser así
debería entonces regir a Libra y la Casa VII, pero por otro lado está su posición
importantísima en la constelación de Sagitario, el arquero y centauro, otorgada
por Zeus. En efecto, aun el consenso no es claro y no se tiene precisión sobre
cual signo de los tres debería regir o co-regir. Representa la llave que
permite el acceso a espacios inexplorados, territorios ajenos y lugares
inaccesibles.
En la carta natal, simboliza lo que podemos hacer por los demás, pero
que no podemos hacer por nosotros mismos. Ayudamos a otros a alcanzar sus
objetivos, allí donde nos sentimos incapaces de alcanzar los nuestros. La
casa donde se encuentre indica un área de la vida donde podemos
sentirnos heridos, abandonados, inseguros o bloqueados. Un terreno en el que
creemos que no encajamos, donde pueden surgir complejos o inseguridades y la
sensación de que nuestras expectativas nunca se cumplen. El signo donde se encuentre
(puede permanecer hasta ocho años en el mismo signo) y los aspectos que forme con
otros elementos de la carta natal están relacionados con la forma en que la
persona puede intentar curar dichas heridas.
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