En la actualidad muchas más son
las personas que a diario se interesan por los temas de astrología, ya sean
relacionados a tránsitos lunares, solares, planetarios, horóscopos y aspectos
que se desarrollan dentro del mismo. Todo esto impulsado por la necesidad de conseguir
respuestas que les permita entender y comprender el mundo que viven diariamente.
Ven dentro del campo de la astrología esa herramienta necesaria para entender
los estados de ánimos, los cambios sociales, políticos, culturales e incluso,
el porqué de ciertas cosas a nivel personal. El interés por este campo ya no
está limitado solamente para aquellos que dicen creer en energías y demás,
ahora, el interés va más a allá de eso, pues ha atrapado a un grupo de
personas que, si bien son ateos confesos, siempre van a tener la curiosidad por
saber ciertas cosas.
Nadie se escapa de esta realidad
tan maravillosa, día son más las personas que se sienten fascinados con este
mundo e inician su largo búsqueda, que a través de esta herramienta, les
permite conocerse mucho más y conocer al que le acompaña en su vida. No
podemos dejar a un lado, el auge y la forma tan importante en cómo esta
disciplina ha impactado a muchas personas estos últimos años. Si bien
es sabido que es algo que se remota a la antigüedad, incluso, hay registros de
observatorios astronómicos que se encontraron en asentamientos prehispánicos en
México, así como las investigaciones de Pitágoras, e incluso, yendo un poco más
atrás, tenemos a Claudio Tolomeo quien fue un importante matemático y
astrónomo. También deberíamos tomar como referencia la figura de los tres reyes
magos, quienes fueron considerados como astrólogos por el simple hecho de
dejarse guiar por la estrella de oriente. Los registros que existen son miles
y han servido para que a diario dicha disciplina se nuestra de cosas nuevas y
nos permita evolucionar a través de ella.
Forma imprescindible conocer lo
que representa la Astrología y así poder ayudar y guiar a las nuevas personas
que se dejan fascinar por este mundo. Porque sí bien, muchos de los que se
empiezan a fascinar por dicha disciplina y empiezan a leer a diario su
horóscopo y demás, poco conocen el verdadero significado de lo que implica este
arte milenario. Por dicha razón este artículo les servirá para que conciban con
muchísima más claridad lo que representa dicha disciplina.
¿Qué es la
astrología?...
La palabra ‘astrología’ significa
‘estudio
de los astros’. Proviene del griego: αστρολογία (astrologuía), de άστρον (ástron):
‘estrella’ y λόγος (logos) 'palabra, estudio'. En
algunos textos astrológicos, se registra una etimología errónea, más
«esotérica»: astro: 'ser', y logía: 'lógica'. Según la Encylopaedia Britannica (1899) define a
esta disciplina como una pseudociencia que comprende varios sistemas de
adivinación, los cuales se basan en la idea de que existe una relación estrecha
entre los fenómenos astronómicos y nuestra propia realidad. Por dicha razón suele
considerarse como parte de los conocimientos de la tradición metafísica,
en donde la posición y el movimiento de los astros toman gran importancia.
Incluso, para algunos científicos podría considerarse como una simple
disciplina llena de supersticiones que no dan estadísticas claras y precisas
sobre los acontecimientos que podrían suceder. Esto de acuerdo a lo divulgado
por el portal Astrosociety.
Mitología…
La astrología es una práctica muy
antigua que diferentes civilizaciones han desarrollado de manera independiente.
Los caldeos, que vivieron en Babilonia, actualmente Irak, habían desarrollado
ya en 3000 a.C. una de las formas originales de la astrología. Los chinos, por
otro lado, la practicaban en el 2000 a.C. En la antigua India y en la
civilización maya de América del Norte y Central se desarrollaron otras
variedades. Estas civilizaciones debieron observar que, determinados astros,
especialmente el sol, influían en el cambio de las estaciones y en el éxito de
las cosechas. Basándose en estas observaciones desarrollaron un sistema más
amplio, en el que los movimientos de otros astros, como los planetas, influían
o representaban otros aspectos de la vida. Los griegos y romanos
principalmente, intentaron explicarse el origen del cosmos, el arjé, el primer elemento de todo lo que
existe, por medio de mitos y de la existencia de diferentes dioses, asociados
con los planetas y las fuerzas naturales. Para ello, justificaron su existencia
por medio de la mitología.
Relato
del origen del Arjé:
Según los antiguos clásicos,
existió una vez un primer dios llamado Urano, quien reinó sobre el Universo.
Urano se casó con Gea, la Tierra, y tuvieron varios hijos, entre ellos, a los
Cíclopes y a los Titanes. Harto de escucharlos pelear, Urano los encadenó al
fondo del Tártaro, en un lugar oscuro y frío. Gea, enfurecida con Urano, pedía
a sus hijos que se vengaran de él. Entonces, uno de ellos, Cronos o Saturno,
quien representa al tiempo, atacó a su padre, lo mutiló y encadenó. Así, Cronos
se casa luego con su madre Gea y Gea da a luz a Démeter, diosa de las cosechas,
a Hera, Juno, Hades, dios de los infiernos y Poseidón, dios de los mares.
El Hado, dios supremo, le dijo a
Cronos que en un futuro uno de sus hijos iba a encadenarlo al igual que él lo
había hecho con su padre y éste, por miedo a perder el poder, todos los días se
devoraba a uno de ellos. Cuando Gea da a luz a Zeus o Júpiter, tomó una piedra
y envolviéndola en pañales, se la dio a su esposo para que se la tragara.
Cronos, convencido de que la piedra se trataba de Zeus, se la comió. Mientras
tanto, Gea crio a Zeus a escondidas. Cuando Zeus finalmente crece, toma el
poder de su padre y, previamente a encadenarlo, lo obliga a vomitar a todos sus
hermanos. Así, Zeus se convirtió en el dios supremo de todo lo que existe. Se
casó con Metis, la Mente; con Temis, la Justicia; con Mnemosina, la Memoria; y
se unió también a Leto, Démeter, Hera y Maya, teniendo de todas ellas hijos
divinos, entre ellos a:
Febo conocido
como Apolo, (el Sol)
Artemisa
conocida como Diana, (la Luna),
Perséfone
(diosa de la primavera)
Hermes
conocido como Mercurio, (el dios mensajero)
Ares como
Marte, (dios de la guerra)
Hefesto como
Vulcano, (dios del fuego y herrero)
También a las
Musas.
A cada uno Zeus le dio una misión
concreta y dividió el universo en 3 reinos: tomó para sí el cielo y la tierra,
dio los mares a Poseidón y el reino de ultratumba a Hades, que significa en
griego, "lo que no se ve". Zeus, Poseidón y Hades son los dioses más
poderosos. La hermosísima diosa del amor y de la belleza, Afrodita o Venus,
nació una mañana de primavera entre la espuma del mar. Es hija de Poseidón, y
tiene el poder de encender en los hombres el fuego del amor.
Ares o Marte, en cambio, induce a
los hombres a la lucha en los campos de batalla. Cuenta la mitología que
Afrodita tuvo dos esposos: Hefesto, el herrero celeste, y a Ares o Marte, dios
de la guerra. Apolo es el apasionado y esplendoroso dios solar. A través del
cielo, conduce el luminoso carro del sol, brindando calor y fuerza a todo el
universo. Su hermana Artemisa o Diana, es la diosa de la Luna y de la caza. Un
dios amigo de los hombres es Hermes o Mercurio. Es padre de los médicos,
protector de los ladrones y de los abogados. Es a la vez mensajero de los
dioses.
Antigüedad…
Los orígenes de esta milenaria
actividad se mezclan considerablemente con los de la astronomía. La
observación de los astros ha sido motivada por el deseo de las civilizaciones
de conocer el destino de los seres humanos. Debido a estas
observaciones del cielo, se originaron gran cantidad de instrumentos de cálculo
y las bases de la astronomía y la astrología actual. De ahí se desprende y
destaca con mayor importancia los famosos horóscopos, cuya palabra proviene de
‘hora’ y ‘scope’ (observar), es
decir, significa: ‘observación de acuerdo a la hora de nacimiento’.
Gran parte de los
pueblos desarrollaron su propia astrología y aunque se combinaron
durante toda la edad antigua conservaron gran diferencia. Ejemplo de ello,
encontramos a los egipcios, quienes fueron los encargados de manejar las
mediciones e incluían ángulos relativos y no solo de coalición con respecto a
sus trabajos de observación. Además de ello, tenemos lo que sucedió en Grecia y
Roma, con el lenguaje de zoroástrico, implementado por Zarathustra que vino a servir como medio para reforzar
los conocimientos astronómicos que se tenían.
En Grecia y Egipto, los
conocimientos relacionados a esta práctica empezaron a separase de las
supersticiones, considerándola como una disciplina que se debía respetar; en
cambio, en Roma, fue considerada como superchería. Pero todo empieza a tener un
cambio total con la figura de Claudio Ptolomeo, quien en su libro Almagesto
recupera la división clásica zoroástrica dándole precisión astronómica a la
división del cielo en 12 sectores.
Edad Media…
Llega el cristianismo, empieza la
propagación del mismo y se le da rango de culto después del Edicto de Milán,
cuyo acontecimiento vino como un respiro para todos aquellos cristianos que
tenían que rendir culto en las catacumbas. Era el momento de la luz. A raíz de
eso, los doctores de la iglesia, San Agustín de Hipona, San Gregoria Magno, San
Ambrosio de Milán y San Jerónimo de Estridón, condenaron duramente las prácticas
de astrología, porque consideraban que iba contra los principios de la
religión católica, ya que, según ellos, contradecía el libre albedrió.
El que más se opuso a dichas
prácticas fue San Agustín, porque consideraba que la misma absolvía a los
pecadores y le atribuida las culpas ‘al creador y gobernante del cielo y las
estrellas’. Pero a pesar de las constantes condenas, persecuciones y
demás, la práctica se mantuvo, aun cuando ocurrió el oscurantismo de la Edad
Media, y tuvo mejor cierto que el resto de las tradiciones que la religión
católica consideraba paganas. Tanto fue el interés y el deseo de lo que podría
suceder y conocer gracias a las estrellas, que gran parte de los reyes
católicos, dentro de sus cortes eran auxiliados por astrólogos para la toma de
decisiones importantes.
Renacimiento...
Llega el gran renacimiento, el
deseo por conocer los trabajos de la antigüedad clásica surgen después de más
de un siglo de Edad Media. Dios deja de ser el centro de todas las
cosas y la idea se vuele antropocentrista, ya el hombre se acerca a
Dios a través del saber y ya no están separados por un abismo oscuro. Es en
este momento donde aparece las figuras de Nicolás Copérnico con su famosa obra de revolutionibus orbium coelestium, quien
propuso
que los planetas se movían alrededor del sol y no entorno a la tierra,
como casi gran parte de los astrólogos antiguos creían.
Su teoría significó un gran
cambio y una lucha constante con la Iglesia Católica por manifestar quien tenía
la verdadera respuesta y porque, según consideraban ellos, iba en contra de las
escrituras sagradas. Cuando sucede esto, existe un cisma importante, los
astrólogos y los astrónomos se separan. Johannes Kepler manifestó en
sus escritos que no creía en la astrología pero que era el medio habitual de
ganarse la vida y conseguir dinero de reyes y nobles. Unos lo consideraban como
una forma de arte, de videncia, pero lo cierto es que la disciplina seguía viva después
de tanto.
Edad Moderna…
La disciplina sobrevive al
oscurantismo de la Edad Media, luego a la eclosión de la ciencia versus
religión del Renacimiento, ella por fin se había adaptado. Los
astrólogos rechazan la teoría de los cuatro humores, pero aun así mantuvo
ciertos vestigios. Por otro lado, llegan los descubrimientos de los nuevos
planetas que conformarían el sistema solar que poseemos, debido a ello, a Escorpio,
Acuario y Piscis, se les adjudico una nueva regencia. Debido a ello, estos
planetas, además de tener su regente actual, tiene como co-regente a sus
primeros planetas. Ejemplo de ello, lo vemos con Piscis el cual era regido por
Júpiter hasta 1846 cuando se descubrió a Neptuno, haciendo que éste terminará
por regir a Piscis.
Actualidad…
Actualmente, la astrología no es
considerada una disciplina científica, ni hace uso de métodos científicos. Aun
en la actualidad la disputa que se desarrolló en los siglos XIX y XX se ha
mantenido, pero aun ha así, la astrología como disciplina se ha
mantenido a través del tiempo. Debido a los cismas religiosos y la pérdida de
la fe en muchas personas en sus religiones ha conducido a gran parte de sus
feligreses a que busquen alternativas más claras que les permita recibir
respuestas precisas sobre lo que sucede en sus vidas. Además de ello, con el
nacimiento de nuevos movimientos como la teosofía, el cambio de era astrológico
y demás que ha venido a llenar ese vacío que a lo largo de la historia se ha
mantenido dentro de nosotros.
Lo cierto es que día a día son
cada vez las personas que toman importantes decisiones médicas, profesionales o
personales basándose en los consejos astrológicos y publicaciones de astrólogos.
No
cabe duda que el auge que ha tomado esta práctica milenaria se ve
reflejada en la cantidad de escuelas, institutos e incluso carreras
universitarias que han servido como especie de palestra para iniciar dichos
estudios e indagar en el campo de la astrología, cosa que realmente fascina. Si
bien, para unos es considerado como algo fuera de los parámetros de la ciencia
y considera que su fundamento no tiene base ninguna, es respetable, pero solo
la experiencia y la conexión constante con este mundo puede determinar de
manera individual cuan cierto puede ser. Lo realmente importante es ver, esta
disciplina como un campo que nos permite indagar más allá de lo conocido y
relacionar todo desde una figura micro para entender que puede suceder en el
mundo.
EDUARDO LUZ
Tarotista, Astrólogo
y Vidente
CONTACTO:
TWITTER, FACEBOOK e
INSTAGRAM:
cartasegipcias
Tal vez te podría interesar:
No hay comentarios:
Publicar un comentario