¿Qué es amar?
¿Qué es amor?
¿Qué es ‘sentirse amado’?
He decidido iniciar este artículo con estas
preguntas, porque estamos en unos momentos en donde hemos olvidado amar, y es
momento de que abramos nuestros ojos para ver, entender, comprender, pero,
sobre todo, para poder aprender. No es momento de odios, resentimientos y
rencores. El mundo ya ha tenido suficiente de ello durante estos últimos años.
Nos basta con voltear nuestra mirada a Medio Oriente para que veamos como el
odio va in crescendo en medio de una
sociedad que solo profesa el pensamiento único y no deja que su gente, viva y
sienta su libertad como realmente quiera. Vivimos en un mundo muy convulso y
lleno de resentimiento, ya nadie respeta a quien ama, piensa y vive distinto, y
eso, queridos hijos míos, debe recuperarse.
Recuerdo muy bien uno de los mandamientos
recibidos por Moisés que reza: ‘Amaos unos a los otros, como a ti mismo’.
Debemos, pues, amar a quienes nos rodean, tenemos que explotar nuestro amor
interior, tenemos que saber cómo manejarlo para solo así poder atraer todas las
cosas positivas que el universo nos ofrece. No olvidemos que somos energía, que
somos fuerza renovadora, partícula divina que deviene de Dios y del Universo y que,
desde ahí, nuestra luz se propaga por cada rincón oscuro para iluminar, a
través de nuestro amor y de nuestro conocimiento todos los oscuros lugares. Así
que no dejemos que nadie apague nuestra luz. Es momento de que trabajemos desde
el interior toda esa energía que remueve, transforma y mejora lo que a nuestro
lado está.
¿Realmente amamos? Debemos
saber bien si de verdad amamos, pero una cosa que debemos tener en cuenta
durante estos tiempos en donde el mundo está de cabeza, es que, el amor, ese
que profesamos diariamente a quienes nos rodean, solo empieza por el amor que nos
tenemos así mismos, así que debemos ser conscientes de lo que nos
amamos y cuan capaz somos para seguir amando a quienes nos rodean. Porque de
nada sirve amar a quienes nos rodean si de verdad no nos amamos a nosotros
mismos.
Es momento de que veamos de manera consciente
la fuerza de las cosas, que seamos seres realmente elevados espiritualmente
para que podamos comprender las cosas con exactitud, pero sobre todo, para que
veamos cómo se mueve el amor por el mundo. No olvidemos que éste, es una
reciprocidad de energías, de cambios, de cosas realmente favorables que de
alguna u otra manera nos permite crecer, evolucionar y mejorar. Cuando
amamos, todo en nuestro entorno se hace menos difíciles. Nuestra paz,
nuestra vida, y nuestra energía se multiplican cuantiosamente y se nos abren
las cosas a un mundo de posibilidades realmente maravilloso en donde aprendemos
a convivir y a vivir en total armonía con quienes nos rodean.
Seamos seres multiplicadores
de amor, de honestidad, de paz y de libertad, seamos
únicos con la energía y los mandamientos de Dios. Debemos profesar el amor, el
respeto, la comprensión y la tolerancia como únicas banderas que nos permiten
mejorar el mundo que nos rodea. Debemos trabajar en mejorar este mundo porque
tenemos que dejarle algo que realmente valga la pena a nuestros niños. Debemos,
incluso, inculcarles a nuestros jóvenes el verdadero sentido de amar,
pero no de amar a una chica, a un chico, a sus hermanos o a sus padres. Tenemos
que inculcarle el amor por sí mismos, el respeto a su integridad y la
aceptación de su físico, porque solo así podrán sentirse seguro de vivir en
armonía con el resto del mundo. Es preciso que enseñemos a trabajar el amor
propio como un elemento esencial para la vida, de lo contrario no
podremos ser plenamente felices.
Muchas cosas nos pueden suceder en la vida,
diariamente nos pasan cosas que nos hacen fuertes, que nos enseñan y nos
permite crecer en medio de la tempestad. Lo importante de todo es que, aún atravesando
todas esas cosas, nosotros debemos seguir fuertes, de pie, sin que nada, ni
nadie nos derrumbe, debemos amarnos con nuestros defectos y con nuestros miles
de virtudes, pero sobre todo, debemos amarnos porque somos seres extremadamente
maravillosos y que solo así, con la seguridad que nos otorga el amor propio,
podremos alcanzar hasta lo inalcanzables. No olvidemos que cuando amamos, no
necesariamente nos estemos amando a nosotros mismos, recuerden que el amor
propio consiste en cosas esenciales que nos permite vivir en armonía, ejemplo de
ello:
1. Aceptarnos tal cual somos.
2. Respetar nuestras virtudes y nuestros
defectos como algo que nos hace únicos e irrepetibles.
3. Querernos como somos.
4. Estar seguro de que nuestro amor es el que
verdaderamente importa para estar en paz con todos.
Estas son alguna de las cosas esenciales a las
cuales debemos apegarnos todos nosotros para de ese modo poder estar en paz y
en armonía con todos los que nos rodea. No olvidemos que de nada vale decir que
nos amamos cuando hacemos cosas contrarias a ese supuesto amor que nos solemos
profesar. Así que debemos trabajar muy bien ambas cosas, tenemos que ser
conscientes de lo que decimos y lo que practicamos. Tenemos que amarnos, para
luego amar a alguien más, de lo contrario no estaríamos haciendo nada. Así que
empecemos a trabajar desde ahora el amor propio, la seguridad y la confianza en
nosotros mismos, para que un mundo lleno de posibilidades, amor y libertad se abra
ante nuestros ojos.
Comparto con ustedes esta afirmación para que
la repitan diariamente:
‘Me amo tal cual soy,
porque soy una persona
extraordinariamente
maravillosa’.
Nunca dudes que lo importante es que aprendas
amarte a ti mismo, para que puedas amar a otra persona. El amor es algo
extremadamente maravilloso, así que nunca dudes de él. Confía, cree y ama.
EDUARDO LUZ
Tarotista, Astrólogo y Vidente
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