Como todos sabemos, nosotros, los
seres humanos, somos parte de un canal de energía que se mueve, se transforma,
se nutre y por si no fuera poco, evoluciona. Estamos aquí, en este intrincado
mundo, para evolucionar, para crecer, para elevarnos y para encontrar la paz y
el equilibrio en esta complicada era. Somos seres luchando contra una infinidad de
vicisitudes y a veces la lucha se convierte en un verdadero caos, que
no nos deja comprender y mucho menos entender el camino que debemos recorrer
para poder alcanzar el cambio, la elevación y la transformación que queremos. Estamos
sujetos a cambios sustanciales y existenciales que nos terminan por mostrar un
mundo realmente fuerte, doloroso, pero a la vez fascinante. En donde, día a día
aprendemos de los que nos rodean, aprendemos a ser una mejor versión de
nosotros mismos y en donde comprendemos que el verdadero valor de las
cosas nace en nuestro propio ser.
Estamos ante los tiempos más convulsos
de nuestra historia contemporánea. Nos enfrentamos a un gigantesco monstruo, a
una Hidra que tiene muchas cabezas y que siempre es complicado domar. Somos
seres espirituales y naturales que hemos puesto nuestra felicidad, punto
esencial de la vida, en el campo material. En la fuerza inorgánica del
ser. Nos hemos convertido en hombres y mujeres llenas de materialismo que, de
alguna u otra manera satisface nuestros deseos más básicos, puros y banales.
Muchos dicen que el dinero no hace feliz, que éste no forma parte de ese
selecto grupo de cosas que realmente hacen feliz, pero algo que he ido
comprendiendo durante todo mi largo proceso hacia la elevación es que, el
dinero, es un elemento, y como elemento, es un conducto que nos lleva a la paz
y la armonía.
Somos seres movidos por los elementos,
por cada uno de ellos, respiramos, nos movemos, sentimos, vivimos,
experimentamos. Es un proceso místico que nos convierte en seres elementales y
como seres elementales vemos ciertas cosas como un elemento que debe fluir,
como si fuese sangre, por nuestras venas. A razón de ello, es importante tener
en cuenta que, el dinero, es un elemento, una fuerza que debe fluir como fluye todo lo
demás dentro de nosotros. Pero, la gran premisa recae en la felicidad.
El concepto más subjetivo de todos y la forma más esencial de entender este
‘estado’ anímico es analizándolo desde nuestra perspectiva personal, para de
ese modo poder comprender de manera objetiva lo que verdaderamente sucede en
nosotros.
Quizás este tema sea para otro
artículo, por lo pronto nos centraremos en algo que es realmente fascinante y
difícil de comprender. Nos referimos al dinero, a la prosperidad y a la
abundancia, cosas que, si bien son difíciles de manejar, muchos, alrededor del
mundo ponen su felicidad en manos de estos. Lo importante de todo es comprender
que el dinero es un elemento y ser próspero no significa tener
accesibilidad a todo o ser abundante no necesariamente significa ser abundante
por tener los mejores autos y casas. Nos enfrentamos, quizás, a una
visión totalmente errónea de lo que significa el dinero. Nos enfrentamos a un
proceso no canalizado del elemento dinero. Así que, parte de este artículo
consiste en entender, desde la energía espiritual y la propia esencia de la
metafísica, lo que el dinero debe o debería representar en nuestras vidas,
y que a su vez este termina por ‘generar’ prosperidad y abundancia. Cosas que
son realmente complicadas de entender, ya que, dentro de este extenso y
complicado tema, entra la felicidad como fin último de estos tres conceptos
planteados, generando así la consecuencia final de lo que, el elemento dinero,
representa en nuestras vidas.
Muchos no han sabido manejar o
comprender este elemento. Personas con un sistema energético y una visión
canalizada hacia otras aéreas condenan el tener dinero, el ser abundante y
próspero. Efectivamente, estas personas poseen un gran nivel de envidia dentro
de sí que no les permita entender que todo esto forma parte de lo que corresponde
la esencia misma del ser humano. Todos nos movemos por el dinero y para
el dinero, todos nos convertimos en cazadores natos, buscando la manera de
encontrar algo de dinero que tener en nuestro bolsillo y eso, trabajándolo
desde la honradez, no es para nada malo. Vivimos en esa constante búsqueda que
nos lleva a experimentar experiencias realmente nuevas, positivas, cambiantes y
transformadoras, así que no podemos perder de vistas las cosas, así de simple.
Pero… ¿Qué es el dinero?
A nivel de energía podríamos definir
el dinero como un elemento esencial por el cual ciertas acciones humanas se
rigen. Es un objeto que tiene un valor material e incluso espiritual,
un valor que le debemos saber dar como lo que es. Una cosa debemos entender de
los elementos, estos fluyen y nadie puede tener ninguno de ellos en el
bolsillo, de esa misma manera sucede con el dinero. Es un elemento que debe fluir,
darle la circulación y la fluidez que él tiene en el universo, pues
solo así podremos empezar a ser personas prosperas.
Comprender esta configuración es dar
el primer paso para ser personas prosperas e iniciar de ese modo el desbloqueo
mental que nosotros podemos tener hacia el dinero y que podría estar generando
nuestro estancamiento y nuestra falta de dinero en el bolsillo. Por esa razón
es importante entender esto desde una perspectiva metafísica, es decir, los
desbloqueos inician cuando nuestra mente comienza a liberar pensamientos
positivos y decretos apropiados que llamen al dinero y la abundancia.
De lo contrario, las cosas podrían tornarse difíciles. Recordemos que somos una
energía y que todo lo que pensamos y decimos lo atraemos. Nuestra palabra
tiene poder y como poder, terminamos atrayendo todo lo que deseamos.
Cuando iniciamos este intrincado
proceso, en donde la mente y la palabra se conjugan, comienzan los desbloqueos
mentales que hacen que nuestro camino hacia la prosperidad inicie, incluso, nos
ayuda a entender que el cambio es parte esencial y que, cuando decidimos ser
prósperos, tenemos que cambiar en cuerpo alma y espíritu. Tenemos que ser uno con el
elemento dinero y atraerlo de manera mental, pero a su vez, dándole la fluidez
que él debe tener en el universo, ya que de lo contrario podría
terminar por generar situaciones que no son para nada favorables. Prospero
significa estar en armonía en todos los sentidos, ser prospero
significa tener buena salud, buen amor, buen trabajo, tranquilidad, paz,
armonía. No solo significa tener dinero, este es simplemente un agregado que
ayuda al proceso que iniciamos, cuando decidimos dar el primer paso.
La abundancia es el resultado
final, la abundancia solo se logra cuando entendemos
que el dinero es un elemento que debe fluir y cuando terminamos por comprender,
que nuestros
pensamientos son los encargados de llamar la prosperidad. Es ahí cuando
empezamos a ser abundantes. Este estado del ser, la abundancia, consiste en
trabajar nuestra mente, en alejar ciertos parámetros y conceptos que no son
para nada buenos. Es no hacerle idea a la escasez de dinero, comida, felicidad,
es hacernos saber que, somos abundantes así tengamos pocas cosas, porque el
universo termina por escuchar eso y luego manda una señal y/o mensaje que te
permita mejorar y evolucionar.
A lo largo de mi experiencia me he
topado con muchas personas que no entienden este complejo proceso hacia la prosperidad y la
abundancia, simplemente porque tienen dentro de su mente ciertas
concepciones que más que erróneas terminan siendo negativas para sí. Es
imperativo que entendamos que la abundancia es el fin último que se genera
después de un proceso prospero en el qué, el dinero, la mente, el cuerpo, el
alma, el espíritu y la palabra, se manifiestan. De ese modo genera la
abundancia y por último el estado feliz, del que todos hablan. Ser abundante
significa alejar de nuestra mente las palabras no sé, no tengo, no puedo, no
quiero, no hay. Es el momento en el que empezamos a entender que el
proceso hacia la abundancia y la prosperidad plena solo se complementa cuando
nuestra mente, cuerpo, espíritu y habla se entre conectan para dar paso a lo
nuevo.
El dinero no es malo, la maldad
de él recae en la forma como se usa. Lo importante
de este elemento es comprenderlo para lo que fue hecho. Y él fue hecho para que
fluyera en el universo, para que pasara de mano en mano y no se detuviera en
ningún lado. Recordemos que todo lo que fluye, termina regresando a nosotros
triplicado, haciéndonos personas prosperas y dando paso así, a la
abundancia. Siendo manifestada en infinidad de cosas de nuestra vida, abarcando
campos que nos hace comprender que el hecho de tener dinero, no nos hace
prósperos ni mucho menos abundantes. El dinero, como elemento, debe ser activado,
como elemento debe generar a nivel de energía, inagotable fuerza que termine
manifestándose en nosotros de manera positiva. Así que, cuidado, el
hecho de que no tengas dinero, no significa que no seas prospero. Quizás lo
eres, pero solo te falta el elemento dinero, y puede te haga falta, debido a
que no has entendido la fluidez que este tiene en el universo.
Así que tengamos cuidado con eso,
abramos nuestra esencia, extendamos nuestras manos y demos paso a las
bendiciones que el universo tiene para nosotros. La abundancia inicia desde
nosotros, es momento de trabajar en ello, recordando la palabra fluidez,
comprendiendo que los bloqueos mentales caen por la fuerza de la palabra y que,
cuando eliminamos ciertas afirmaciones, todo termina generando un importante
cambio que no esperábamos. Se participe de este proceso evolutivo y
siéntete prospero, bendecido, abundante y feliz. El elemento dinero,
fluye por tu bolsillo y hogar, jamás olvides eso.
EDUARDO LUZ
Tarotista, Astrólogo y Vidente
CONTACTO:
TWITTER, FACEBOOK e INSTAGRAM:
cartasegipcias
Tal
vez te podría interesar:
No hay comentarios:
Publicar un comentario