Hemos pensado fervientemente que todo
Ritual conlleva un proceso de organización y planificación minucioso
que debemos cumplir a rajatabla si queremos absorber la mayor energía posible
de este proceso. En consecuencia, es necesario poder realizar el trabajo desde
varios puntos y recordando que las cosas forman parte de un todo y que, en ese
todo,
debemos siempre entrelazar cada función u elemento si queremos ver la luz
manifestarse por completo en nuestra vida y en nuestro entorno.
Sí hablamos de
Ritual, debemos hablar de Rito, palabra que proviene del latín ritus o
un conjunto de ritos, de prácticas o de acciones establecidas que forman parte
de la liturgia y de la tradición, y que son los encargados de ser reguladores
de las ceremonias y cultos de una religión en un lugar sagrado. Todo
esto para adorar a una divinidad o a la naturaleza, como los celtas,
usando velas, libros litúrgicos, incienso, plantas, verduras y otros alimentos,
animales, ofrendas o algún otro objetivo que sea necesario para ello.
Los rituales son asociados a los
paganos ya que los cristianos usan la palabra rito o sacramento para diferenciarse
de aquellos que no están bautizados ni pertenecen a la iglesia. Algunos
rituales incluso se van adaptando o modificando con el paso del tiempo
mimetizándose con la religión que predomine en la región. Aunque todo ritual
difiere entre sí en la forma de llevarse a cabo, cada uno de ellos depende de
la forma idónea en como lo trabajamos y en cómo estamos dispuesto a
manifestarlo de acuerdo a nuestra deseo.
A fin de cuentas, un
ritual está constituido por una serie de acciones relacionadas a creencias o
acciones especiales que una persona puede realizar. Todo esto responde
a una necesidad, quizás al deseo de poder manifestar un cambio positivo que nos
invite a conectarnos con algo supremo o que simplemente nos ayude a saciar ese
deseo de sentir que podemos lograr algo más o mejor, a través de la aplicación
de estas acciones. Dichas acciones pueden ir desde lo místico hasta lo simbólico, llegando
incluso a lo rutinario.
Cuando hablamos de rituales
debemos señalar que existe una infinidad muy particular de rituales que sirven
para realizarse a principio de años, para el cambio de estaciones, el cambio de
la luna, rituales para atraer el amor, amarrar, vender una vivienda, para hacer
limpiezas espectrales y entre otra gran cantidad. Lo cierto es que, bajo esta
energía será necesario aprender ciertos puntos clave que serán
necesarios poder comprender el poder de dicho suceso en cada uno de nosotros y
la forma en cómo podemos generar el cambio.
Para poder aprender a trabajar un
ritual debemos entender que, para poder lograr algo con éxito debemos aplicar
los siguientes puntos:
1.
Tenemos que hacerlo con el corazón.
2.
No es bueno hacerlos por rabia o recelo.
3.
Debemos aprender a conectarnos con el universo y la naturaleza.
Cuando logramos entender esto,
podremos dar paso a los siguientes puntos que son necesarios y fundamentales
para la evolución del ser y que nos ayudará a alcanzar prácticamente todo lo
que nos propongamos. En cierto modo, hay unos puntos que son importantes para
poder definir este proceso. Es decir, hay ciertas reglas generales en las que
coincide todo ritual y que debe ser necesario aplicar si queremos
aprender a hacerlo de nueva manera. Estos son:
1. Protección, es preciso
proteger el área en donde haremos el ritual y protegernos a nosotros mismos,
así evitamos problemas mayores al invocar las energías.
2. Velas, estas deben ser ungidas
o consagradas con algún aceite, depende del ritual. Sí anhelas trabajar un
ritual de prosperidad, aplicas aceite de mandarina.
3. Ropa, debes vestir de manera
adecuada para ello. Normalmente debe ser ropa fresca, cómoda y de colores
claros.
4. Elementos, es conveniente usar
en el ritual o por lo menos tener en el espacio en donde haces el ritual los 4
elementos, aire, agua, fuego y tierra.
5. Imágenes, se deben consagrar
las imágenes que se usarán para el ritual. Estas se deben realizar con aceites
especiales como el de coco o el de consagración.
6. Todo objeto se consagra, es
decir, inciensos, sales, piedras, todo se consagra y se ofrece a la energía con
la que se trabajará el ritual.
7. Respeto, sí consagras una
imagen recuerda no tocarle más nunca la cabeza. Esto implica para la imágenes
en escultura o impresas.
8. Desechar, cuando realizamos un
ritual hay ciertos elementos que debemos desechar, ya sean como cenizas, hojas
secas, entre similares, esto debe ser desechado en bolsa negra y sacado por
completo de casa.
9. Limpiar, antes de iniciar todo
ritual debes limpiar el área donde lo realizaste, así mismo cuando hayas culminado.
10. Baño, siempre es recomendable
que al empezar cualquier ritual tomes un baño y al finalizar hagas lo mismo.
Entender que, estos son los
puntos básicos en los que todo tipo de ritual converge, nos hace entender que,
cada brujo tiene su librito, pero todos debemos aprender a asimilar estos
puntos, los cuales, a rasgos generales, son universales en el uso de la magia. Sí
aprendemos a hacer esto y entendemos la función de cada manifestación en
nuestra vida, podremos avanzar, mejorar y sobretodo realizar cualquier tipo de
ritual que nos ayude.
La aplicación de cualquier ritual
depende de la experiencia, las ganas y la fuerza que cada vidente o psíquico
aplica, solo de esa manera podremos entender que, todos son válidos solo que
necesitamos aplicar lo anteriormente expuesto para mayor engrandecimiento de
nuestra alma y de nuestra magia universal. Recordemos que en Nosotros
yace la magia.
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de Rituales:
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